“La seguridad humana tiene como finalidad redoblar esfuerzos para hacer frente a las amenazas a la vida humana, a los medios de vida y a la dignidad de las personas” (Morrillo, 2006).
La realidad social está integrada por distintas amenazas que atentan contra la seguridad de las y los ciudadanos, desde la pobreza persistente hasta la violencia, pasando por el tráfico de personas, el cambio climático, las pandemias, el terrorismo internacional y el empeoramiento repentino de la situación económica, financiera y social. Dichas amenazas suelen traspasar fronteras nacionales, por lo cual es necesario atacarlas de forma integral, distinto a los mecanismos convencionales. En este contexto surge la noción de Seguridad Humana.
La seguridad humana es un enfoque que ayuda a los estados miembros a determinar y superar las dificultades transversales que afectan a la supervivencia, los medios de subsistencia y la dignidad de sus ciudadanos y ciudadanas, con la máxima de respetar su derecho a vivir libres de temor y la miseria, a disponer de iguales oportunidades para disfrutar de todos sus derechos y a desarrollar plenamente su potencial humano.
La seguridad humana exige respuestas enfocadas en las personas, adaptados a cada contexto y orientadas a la prevención que impacten en la protección y empoderamiento de todas las personas y todas las comunidades.
La Comisión de Seguridad Humana, en su informe final Human Security Now, define la seguridad humana como: “…protección del núcleo vital de todas las vidas humanas de forma que se mejoren las libertades humanas y la realización de las personas. La seguridad humana significa proteger las libertades fundamentales, aquellas libertades que son la esencia de la vida. Significa proteger a las personas de situaciones y amenazas críticas (graves) y más presentes (extendidas). Significa utilizar procesos que se basen en las fortalezas y aspiraciones de las personas. Significa crear sistemas políticos, sociales, medioambientales, económicos, militares y culturales que, de forma conjunta, aporten a las personas los fundamentos para la supervivencia, el sustento y la dignidad.”
Lograr una única definición del concepto es complicado, se considera como la más apropiada la planteada por el gobierno de Japón, donde establecen que, “La seguridad humana tiene como finalidad redoblar esfuerzos para hacer frente a las amenazas a la vida humana, a los medios de vida y a la dignidad de las personas” (Morrillo, 2006).
Para Juan Pablo Fernández Pereira (2005), la Seguridad Humana es descrita como una preocupación universal, que importa a todos los individuos y comunidades en el mundo, ya que muchas de las amenazas trascienden las fronteras e impactan globalmente, además, sus componentes son interdependientes, ya que al existir amenazas globales los efectos también lo son. No hay acontecimientos aislados, compactados al interior de los Estados.
Se identifican cinco principios que rigen la Seguridad Humana:
- Centrada en las personas: el individuo y los núcleos sociales deben ser tenidos en cuenta en el diseño de las iniciativas de seguridad, en función a que son el elemento a proteger en una función participativa de su estructuración y de su aplicación;
- Multisectorial: promueve el dialogo entre los distintos actores involucrados a fin de generar coordinaciones sectoriales y evalúa las distintas respuestas.
- Integral: una mirada completa de las distintas dimensiones de la seguridad, basado la gran cantidad y diferentes amenazas a la seguridad que surgen en la actualidad que requieren respuestas cooperativas.
- Contextualizada: cada caso tiene diferenciaciones. Cada individuo y núcleo social requiere de una atención específica, por lo tanto, hace necesario un enfoque a distintos niveles (nacional, local, comunitario).
- Preventiva: se debe anticipar a las situaciones, prevenir que se gesten las crisis y fomentar el bienestar de la persona.
La Seguridad Humana, ha evolucionado desde su primera aparición en el informe de 1994 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, desde entonces ha sido tema de gran debate por plantear cambios en la forma tradicional de hacer frente a los siguientes análisis; primero se reconocen una variedad de amenazas contra la seguridad en diversos ámbitos y no sólo las de carácter militar; segundo, la evolución del concepto de la paz, hacia una concepción positiva de la misma y no como la ausencia de guerra, tercero recae en el aspecto económico, plantea un cambio desde el crecimiento hacia el desarrollo.
En este contexto, el PNUD introdujo la noción de la Seguridad Humana como una expresión de la preocupación por las condiciones precarias del ser humano y las nuevas dificultades a las que estaba sometido. Esta iniciativa es impulsada por las Naciones Unidas estableciendo una Comisión de la Seguridad Humana que ha contado con la participación en el diseño de sus informes con figuras de alto nivel académico representada por la Doctora Sadako Ogata y el premio nobel de economía Amartya Sen.
La Seguridad Humana tiene en su elemento esencial el acercamiento a los problemas de la seguridad, desde una tendencia humanista, desde el ser que se ve afectado por los riesgos del desarrollo y la exclusión que esto genera ser parte de la población, y en donde la respuesta individual del Estado es insuficiente para proteger la dignidad y la integridad del individuo. El objeto de protección de la seguridad deja de ser el Estado, como lo plantea Mahbub ul Haq (1994) “la seguridad de la gente, no solo de los territorios, seguridad de las personas, no solo de las naciones, seguridad mediante el desarrollo y no mediante las armas, seguridad de la gente en todos los lugares”.
Para tener un análisis integral a los problemas de la seguridad, sin excluir cualquiera tema de importancia, buscando soluciones reales a través de la cooperación entre los Estados y las organizaciones internacionales, se plantearon siete categorías que permiten ampliar el alcance del concepto.
- Seguridad económica: plantea la necesidad del individuo de tener un ingreso básico producto de su trabajo o del sistema público, amenazada por situaciones como la pobreza persistente y el desempleo.
- Seguridad alimentaria: acceso físico y económico a los alimentos básicos, en donde no se presenten situaciones de hambruna ni escases.
- Seguridad de la salud: acceso y calidad de los servicios de salud, atención en contra de enfermedades infecciosas.
- Seguridad ambiental: un medio físico saludable, desastres naturales, agotamiento de recursos, contaminación.
- Seguridad personal: contra las amenazas del Estado propio, de guerra con otros Estados, tensiones étnicas, violencia callejera.
- Seguridad de la comunidad: condiciones para la participación, tensiones étnicas o religiosas.
- Seguridad política: respeto de los derechos fundamentales, represión política, participación.
Sin embargo, al realizar una revisión de las cifras, se encuentran deficiencias en la garantía de cada uno de los componentes de la Seguridad Humana.
Gran parte de la humanidad vive en la pobreza y el desempleo, solo una cuarta parte de la población mundial tendría seguridad económica. En cuanto a los alimentos, la producción no es el problema, sino la distribución, 800 millones de personas pasan hambre en el mundo. El acceso a la salud se convierte en un privilegio. Los problemas ambientales han comenzado a mostrar sus efectos en el cambio climático. Las guerras internas se activan en la periferia y la participación y los derechos humanos están gravemente expuestos (PNUD, 1994).
El tema de la Seguridad Humana promueve replantearse una nueva relación entre los conceptos de guerra, paz y desarrollo económico, para cambiar actitudes y acciones de quienes toman las decisiones desde el foco principal: el ser humano con sus complejidades y necesidades, como el principal objetivo de las acciones de gobierno.